Cet article reconsidère les liens qu’entretient Pero López de Ayala avec le genre des « miroirs des princes ». Le Chancelier non seulement utilise cette tradition dans son Rimado de Palacio, comme on le sait depuis Sears (1952), mais encore dans la Crónica del rey don Pedro (année XVIII, chap. 22), ce que la critique n’avait pas encore perçu. Dans son chansonnier, Pero López de Ayala revient à une tradition occidentale et mentionne explicitement Gilles de Rome. Dans la chronique, par contre, il reprend la tradition orientale en imitant tous ses clichés. L’analyse montre que cette dichotomie n’empêche pas l’unité de la pensée du Chancelier. Ce travail a aussi pour but d’expliquer pourquoi, malgré les références, on ne décèle aucune influence réelle de Gilles de Rome dans le Rimado de Palacio.
Este trabajo propone una reconsideración de los vínculos que unen a Pero López de Ayala con el género de los espejos de «príncipes». El Canciller no sólo se valió de esta corriente en el Rimado de Palacio, como se afirma a partir del trabajo de Sears (1952), sino también en la Crónica del rey don Pedro (año XVIII, cap. 22), lazo que hasta ahora pasó desapercibido. En su obra poética retoma una tradición occidental y cita explícitamente a Egidio Romano. En la crónica, por el contrario, se vale de la tradición oriental del género repitiendo todos sus tópicos. No obstante esta dicotomía, salta a la vista la unidad de pensamiento del Canciller. También se trata de explicar por qué, si Ayala cita en su Rimado a Egidio Romano, no hay influencias claras de este tratadista en esta obra.
Este trabajo propone una reconsideración de los vínculos que unen a Pero López de Ayala con el género de los espejos de «príncipes». El Canciller no sólo se valió de esta corriente en el Rimado de Palacio, como se afirma a partir del trabajo de Sears (1952), sino también en la Crónica del rey don Pedro (año XVIII, cap. 22), lazo que hasta ahora pasó desapercibido. En su obra poética retoma una tradición occidental y cita explícitamente a Egidio Romano. En la crónica, por el contrario, se vale de la tradición oriental del género repitiendo todos sus tópicos. No obstante esta dicotomía, salta a la vista la unidad de pensamiento del Canciller. También se trata de explicar por qué, si Ayala cita en su Rimado a Egidio Romano, no hay influencias claras de este tratadista en esta obra.